miércoles, 12 de septiembre de 2012

SI QUIERES UN HOMBRE NO LO BUSQUES



Jamás se me olvidara la escena típica del ritual de "preparación" para salir con mis amigas a una fiesta o discoteca, cuando era adolescente.
Aunque estaba siempre convencida de que el niño que me gustaba no me iba a voltear a ver, todas mis amigas tenían algo que decir sobre la elección del outfit y el cambio de peinado. Todas parecíamos muy ilusionadas, en esa época escuchábamos y bailábamos Roxette, The Cure, The Police y demás en el cuarto de una de nosotras, mientas nos maquillábamos para parecer de más edad, pero la verdad estábamos aterradas.

Han pasado unos cuantos años y recibo un correo de una amiga la cual me decía " Hola soy María, te acuerdas de mí? tengo el mejor trabajo del mundo, estoy entrenando para una maratón, soy inteligente, simpática  soltera y no tengo novio ni nada por el estilo... y ¿ qué crees? COMO YO HAY MAS DE 25,000 MUJERES.
Mientras leía el correo, me puse a hojear mi agenda para quedar a tomar algo con esta amiga, pero la línea final del correo me dejo lela: "por favor dime donde encontramos un hombre que en lugar de vernos la cara quiera formalizar una relación"

Quizá ya no lloramos de vuelta de la fiesta al son de Shape of my heart - Sting, pero continuamos sometidas al rigor del tacón y el escote y de las interminables fiestas esperando que alguien nos pida el teléfono cuando seguramente estaríamos más a gusto metidas en la cama viendo una buena pela.





¿Por qué basar nuestra vida en la búsqueda del príncipe azul? ¿Por qué la obsesión por encontrar al Sr. Correcto? Y, sobre todo, ¿a costa de qué?, ¿De nosotras mismas? La estrategia no solo es ineficaz, sino agotadora y contradictoria; por meternos en la cacería del hombre ideal nos olvidamos de ser nosotras mismas, ¿Y qué sentido tiene?, si el objetivo de salir con alguien maravilloso que se enamore locamente de nosotras y felices para siempre, pero nos olvidamos de ser maravillosas, amarnos locamente a nosotras mismas y hacernos felices con cada detalle del día a día.
Es como si quisieras que tu casa estuviera ordenada sin mover un dedo o soñaras que tu cuerpo perfecto se mantiene así mientras te comes litros de helados.
Resultado: Frustración, desesperación y falta de confianza. Ouch. Nada bonito, a decir verdad. Y mientras tu autoestima muere y tu cuenta bancaria adelgaza cada vez más por el salón de belleza, los vestidos y millones de salidas nocturnas (lo que tampoco está mal si te hace feliz per se ), tus expectativas se complican porque ya no tienes 20 años y ya no te conformas con que un tipo normal que te invite un trago en un bar cualquiera; ahora quieres un hombre maduro, un anillo y quizá hasta niños corriendo por el jardín.


Cita a ciegas, bares de solteros, sitios de Internet... una carrera desenfrenada con los ojos puestos donde sea, menos en el aquí y el ahora que podrían ser inmejorables.

Imagínate que de pronto no tienes treinta y algo, sino 45 y sigues en las mismas. Y mira que pudiste meterte a clases de francés, escribir una novela, viajar a la India, leer más... Y de pronto el tiempo paso mientras esperabas sentada suspirando por quien sabe quién.
Y quizá lo que perdiste fue la noción de ti misma. Es posible que ya no sepas si verdaderamente quieres ir a la cena que promete la presencia de abundantes ejemplares de interés, o meterte a la tina rodeada de velas y deliciosos esencias en un sagrado ritual de adoración a ti misma; si llevas el pelo largo porque te encanta o porque crees que es un requisito para estar en "circulación".

¿Qué pasaría si un día hicieras lo que te sale del alma sin importar nada más? A lo mejor descubrirías cosas que no sabías que te apasionaban, que te hacen sentir en paz, completa y sin necesidad de aprobación. Ser EGOÍSTA ayuda a encontrarte y es que ¿cómo vas a saber que buscar en tu pareja ideal si no sabes qué puedes compartir con él? Si no estás segura si prefieres pizza o sushi, yoga o karaoke, ¿a qué tipo de hombre vas a buscar?

Imagínate un mes dedicado a ti y sólo a ti. Te vistes como te da la gana, sales a los planes que de verdad te apetecen, dejas de escanear los lugares a los que vas en busca de solteros o divorciados y dejas de saludar a todo hombre que te saluda. Tu único objetivo; pasarla bomba, aunque eso signifique quedarse un viernes sola en tu casa o salir con un grupo de amigos sin importar que pasara al día siguiente.

Controlar tu agenda y tu estado de ánimo es el primer paso para convertirte en "la diosa de tu propio destino".

Ser autentica y pensar en ti antes que en los demás es la mejor pastilla contra la soledad, y la espontaneidad es el más eficaz imán para atraer cosas fantásticas, incluida la posibilidad de una buena relación de pareja.
¿Qué tal disfrutar de la conversación de un hombre que acabas de conocer simplemente porque sí?, ¿ Qué tal darte a conocer sin poses, sino exactamente como eres?
Lo peor que puede pasar es que disfrutes de un buen rato y vuelvas a casa encantada de meterte a la cama contigo misma





Escápate con tus amigas. Cuando tenemos pareja las que más sufren las consecuencias de nuestro abandono son nuestras amigas, es tu oportunidad de salir con ellas y divertirte.



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