jueves, 6 de septiembre de 2012

ADIÓS, EL DESPUÉS ...




Despiertas, abres tus ojos, abres tu ventana para encontrarte con un nuevo día pero no quieres salir de la cama. Cuando decides hacerlo, te das cuenta que vuelve en ti esa sensación de vacío en el estomago, algo que en nada se parece al hambre y que viene acompañado de recuerdos; memorias de esa persona que se fue de tu vida y ahora deja un vacío tan inmenso que bien pareciera que de pronto te quedaste en medio de la nada.

Cuando una persona significativa, como tu pareja, se va de tu vida, lo mas seguro es que presentes un sinfín de sentimientos como la tristeza, indiferencia, coraje, frustración, enojo, impotencia, vacío, etc., o bien, experimentes emociones que nunca antes habías vivido, ni siquiera en pensamientos.

Especialistas en neuropsicologia aseguran que las personas elegimos a nuestras parejas conforme a las emociones que nos brindan y que esperamos sentir en un futuro.

Ahora bien, ¿ qué pasa cuando por "x" o "y" motivos terminas con tu pareja? Después del adiós dejas de experimentar todas esas sensaciones y emociones que aquella persona te causaba, como la excitación, la alegría, la euforia, la desesperación o la frustración, entre otras cosas. Es normal que cuando desaparecen esas sensaciones, aparezcan otras que son completamente diferentes exacerbadas y hasta opuestas a las que viviste con él durante su relación.


Entras en síndrome de abstinencia, trayendo a tu mente todo recuerdo de esa persona que te ayude a recuperar la emoción, negándote a reconocer que el principal proveedor emocional ha desaparecido; hasta probable que llegues a considerar la posibilidad de que aquella relación pueda renacer, es decir de un momento de negación y cuestionamiento para evitar a toda costa el dolor. NO
Es tal negación de que toda ha terminado que se cae en una etapa de regresión (lloras, gritas y pataleas como una niña), hasta que las lagrimas finalmente se te acaban y comienzas a experimentar la furia, periodo de enojo en el que se produce el rompimiento y todas las situaciones relacionadas con el mismo. Es probable que en este momento te encuentres enojada con él.
De pronto llega a ti otra sensación, la culpa, y es ahí cuando comienzas a preguntarte que hubiera pasado si hubieras puesto mas de tu parte, si no te hubieras enojado tanto, si no hubieras desatendido la relación, si no hubieras... te defiendes a toda costa, tratando de evitar una nueva sensación: la impotencia, aquella que se produce al darte cuenta que, incluso si hubieras hecho todo eso, la relación de cualquier forma hubiera fracasado. Es justamente en este momento donde empiezas a experimentar de manera mas intensa tu tristeza, donde te percatas de que no hay nada mas que hacer y que tu adorada relación ha terminado. Y es en este momento cuando te conectas con tu vacío interior.

Si, no te queda duda del vacío que hay en ti, pues todas esas emociones que vivías a su lado han ido y el vacío es tan intenso que pareciera que de pronto te has quedado sin nada. Tu ser interior esta desierto, porque durante la relación te habías olvidado de toda la gama de emociones que puedes experimentar por ti misma, de todas aquellas capacidades y habilidades que tienes. Experimentas un vacío parecido a la nada.

Para enfrentar a ese vacío tienes dos opciones, la primera es dejar que tu sensación de vacío se intensifique y llegues a perder el sentido de la vida, o bien darte cuenta de que el vacío es el lugar perfecto para crear, para reintegrar a tu ser todas esas partes que habías olvidado de tu personalidad y vivir emociones nueva, renovar tus capacidades, tus objetivos, el amor a ti misma y a tus seres queridos, conocerte y reconocerte.

Si pensabas que él era el único ser en el mundo con el que podías disfrutar de una película, ahora sabrás que puedes salir tu sola al cine, ir a tomar un café, viajar, etc., reconocer que la responsable de disfrutar las cosas eres tu misma y nadie mas que tu puedes hacerse responsable de tu forma de percibir la vida, de aceptar que él ya no está.

En este momento aquel espacio que te han dejado vacío sera perfecto para dedicártelo solo a ti, a todas aquellas actividades que ni siquiera te habías atrevido a experimentar. Sí, se trata del llamado "vacío fértil", aquel que te permitirá crecer y desarrollarte íntimamente, hasta que llegue el punto de sentirte llena de vida, plena, satisfecha y lista para comenzar de nuevo sin depender de nada, ni de nadie.

Este proceso es largo y mentiría si te dijera que es fácil, pero el tiempo pasa y no puedes evitar los cambios. El vacío se convertirá tarde o temprano en un espacio prospero y si lo aprovechas para reencontrarte, seras capaz de afrontar nuevas y mejores experiencias, que te llevaran, si así lo decides, a la persona adecuada en el momento y lugar adecuado, pues en este espacio habrás plantado el amor a ti misma y en adelante cosecharas el amor de los demás y de una nueva pareja.







SIGUE ADELANTE CON TU VIDA 

* Desahógate Nunca es bueno ocultar las cosas y hacer como si nada hubiera pasa, por el contrario saca todo lo que traigas dentro, conversalo con tus amistades y obtén una retoalimentaciòn

* Concéntrate en tu trabajo y vocación Estar pensando por que fracaso tu relación quizá funcione en un principio, pero a la larga tienes que seguir con tu vida y no estancarte en el intento. Procura concentrar todas tus energías y pensamientos en algunas labor o pasión que tengas

*Sal a divertirte Enfocarte en otras actividades, como salir a comer con tus amistades o irte de bar en bar con tus compañeros de trabajo, te mantendrán alejada de la depresión causada por los pensamientos negativos que puedas llegar a tener.

* Ejercitarte Realizar una actividad deportiva te ayudara a eliminar estrés y la tristeza que ahora parecen predominar en tu vida. Desprenderte de todo lo malo, controla tus emociones y busca refugio en unas clases de salsa, spinning o yoga, te aseguro que encontraras la paz que tanto estas buscando



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