Si, se aprende a ser alegre, y el aprendizaje de la alegría debería ser la tarea primordial en el hogar en la escuela. Si es verdad, como decía Romano Guardini, que "educamos más lo que somos y hacemos, que por lo que decimos", ser adultos alegres, cambiar nuestras actitudes deprimentes, negativas y derrotistas por otras entusiastas, positivas y esperanzadoras, seria la condición primordial para una educación en los valores humanos.
La Alegría se descubre el niño descubre la alegría al sentir su propia vitalidad y su propio cuerpo en perfecto funcionamiento. Los sentidos que le abren a la vida, le enseñan a descubrir las primeras alegrías marcadamente instintivas. De forma gozosa, la piel se alegra en los besos y caricias de la madre, los ojos disfrutan y se alegran con la variedad y matices de formas y colores; la bocas se alegra con el placer que le produce la succión del pecho materno, y el oído se complace alegremente con los sonidos armoniosos.
Paulatinamente, el ser humano va evolucionando hacia una alegría menos sensitiva y corporal, y más interior, profunda y espiritual, en la medida en que accede a la completa madurez mental y psíquica.
La paz interior, la armonía y entendimiento con nosotros mismos, y la aceptación de la realidad que nos ha tocado vivir, preparan el camino hacia esa alegría que pone en paz al hombre consigo mismo y con los demás y asociada a los más nobles sentimientos que anidan en el corazón humano.
Sugerencias para la alegría
Elevar el nivel de autoestima, que sea apreciado y teniendo en cuenta por los demás
Llevar una vida ordenada y sencilla disfrutando de las cosas pequeñas y cotidianas que estén al alcance de cualquiera el descanso, una charla familiar, el contacto con la naturaleza, diversión sana, el vivir intensamente el presente... pero moderando las exigencias y deseos.
Pensar siempre en positivo
Conseguir que nuestra ocupación o trabajo sea fuente de alegría
Fomentar cada día a cada instante, los sentimientos de aceptación de conformidad y hasta de complacencia y alegría de la realidad cotidiana, sea cual fuere.
No te conformes con sentir la alegría dentro de ti, haz que aflore al exterior y CONTAGIALA
Aprende a no perder ni un instante en lamentaciones
Convierte la alegría en fiel compañera de tu vida
TRAS CADA SOMBRA SIEMPRE SE OCULTA UN DESTELLO DE LUZ
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